Si bien hace tiempo que no leo ni
las rutas de los camiones que me llevan de la casa al trabajo, (he llegado casi
sin ver a la oficina, inmerso en pensamientos e ideas de “¿Y ahora qué hago?”)
puedo decir que me encanta leer, no hablo necesariamente de lecturas educativas
o de conocimiento general, me gusta leer historias, artículos, novelas y
cosillas así que para los buenos lectores bien podrían ser pérdida de tiempo,
pero qué más da si es o era una de mis actividades favoritas.
Por su puesto que aunque estoy un
poco en contra de hacer de nuestros hijos lo que nosotros quisimos ser, también
estoy a favor de mostrarles aquellas cosas que nos encantan, de forma que quizá
puedan interesarse en ellas, tomarlas y hacerlas suyas, por ejemplo: estoy en
contra de tratar de hacer de tu hijo un jugador profesional estrella de futbol,
pero a favor de darle su primer balón, y mostrarte emocionado cuando hay un
partido cargado de goles, digo, que tal si el niño se emociona con esto, le
agarra cariño al deporte y ¡pum! el siguiente (inserte aquí su jugador favorito
¿Cristiano? ¿Messi? ¿Quién crees que es mejor?)
Así pues el fin de semana le
compre a Matías un libro (Ya había hecho lo del balón de futbol desde el primer
día que llego a casa) resulta que es un libro de fábulas de animales que estaba
seguro que sería de lo más divertido y de paso cada historia dejaría una
historia de aprendizaje… ERROR
¿Qué les pasa chingaos?, ¡Que alguien
me explique cómo es posible que aquellas fabulas de nuestra infancia que jamás
pudimos entender siguen publicándose sin ediciones actualmente! Editores, Confíe
en que estaba siendo exagerado, le di el voto de confianza y le dije a Mi Matt
que le leería un poco de esto, “El camello y el dromedario” vamos, sé que pueden
ser mejor que eso; “la tortuga y la liebre” pasado de moda; “Pedro y el lobo” ¿Acaso
aun vivimos en la taiga, o en las praderas, acaso voy a leerle un cuento a mi hijo
en el que un lobo iba a llegar devorarse sanguinariamente a unas cuantas
pequeñas ovejas que para empezar son el sustento de su familia?
Llámennos exagerados y hasta ridículos
pero Matías dos renglones después de “el borrico y la flauta” decidió bajarse y
dedicarse a otra cosa, y yo, bueno, yo en verdad no pretendía seguir leyendo las
mismas historias de mi infancia, que por cierto jamás entendí. En verdad me
gustaría que a mi hijo le guste mucho leer, que su imaginación pueda
desarrollarse con los libros, que deje de necesitar la televisión para
distraerse.

Pienso que es importante hacer
que los niños lean, y leerles cosas que realmente les interesen y que puedan
dejar una enseñanza en ellos, pienso que es difícil saber que les pueda gustar,
sobre todo cuando no estamos del todo presentes por el momento pero es posible
crear historias que llamen bastante su atención, tal vez creare este par de
historias a ver si puedo llamar su atención automovilística y hacer de la hora
de la lectura un momento entretenido con un poquito de enseñanza en cada texto,
¡aaarrancan!
PapáDe1ra
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